En la parte superior está el trigrama Ken (Montaña), debajo está el trigrama Chen (Trueno). La imagen metafórica de este hexagrama es el movimiento de las mandíbulas: la mandíbula superior permanece quieta durante la comida, mientras que la mandíbula inferior se mueve. Para interpretar mejor este hexagrama, es necesario prestar atención a sus trigramas constituyentes. El trigrama superior – Ken (Montaña) – representa la cualidad de firmeza, inmovilidad. El trigrama inferior Chen (Trueno), que se expresa metafóricamente en forma de rayo, representa, por el contrario, plena movilidad. Así, algo inmóvil está arriba y algo que se mueve, actúa está abajo.
La nutrición implica la acumulación de fuerza, sin embargo, la nutrición en un sentido alegórico es la educación, adquirir nuevos conocimientos y experiencias. Incluso la persona más sabia no deja de aprender y nunca piensa que ha aprendido todo o que no tiene más donde desarrollarse. Este es el secreto de la sabiduría. Sin embargo, cualquier aprendizaje es como ‘masticar’ el conocimiento de otros, es decir, desarrollar nuestra propia comprensión. No tiene sentido aprender si simplemente tragas las ideas o conceptos de otras personas y luego las presentas como tus propios pensamientos sin entender su significado y aplicarlos a tu propia experiencia y vida. Dicen que si quieres vivir bien el próximo año – planta arroz, si quieres vivir bien toda tu vida – educa a tus hijos y dale la mejor educación.
Una comprensión alternativa de este hexagrama es una situación en la que debemos sopesar cuidadosamente qué, a quién y en qué situación hablamos. Si la situación nos ha dotado de fuerza, poder y oportunidades que superan nuestras posibilidades habituales, debemos analizar con más cuidado tanto lo que decimos (el peso o la fuerza de nuestra palabra aumenta) como la información que ‘ingerimos’, si es útil para nosotros y nuestro avance futuro o si es vacío y no nos traerá la ‘nutrición’ necesaria.